Las validaciones son el reconocimiento de las habilidades, destrezas y conocimientos obtenidos al margen del sistema de enseñanza formal.

Contexto

Hoy en día, Más de 140 millones de personas en la Unión Europea viven en la pobreza o al filo de la misma. Aproximadamente 25 millones están desempleadas. 5,7 de ellos/as son jóvenes. A estos datos tan preocupantes hay que añadir que 77 millones de europeos y europeas cuentan, únicamente, con la Educación Secundaria Obligatoria. Ante esta situación de desempleo desenfrenado, crisis y con una parte de la población sin suficiente formación reglada es absolutamente urgente hacer uso de las nuevas competencias y enseñanzas que ofrece la educación no formal e informal. Es decir, tener un sistema de aprendizaje flexible, así como vías más sencillas de validación de experiencias laborales y formación adquirida al margen del sistema formal. Para garantizar la igualdad de acceso a una educación de calidad y al aprendizaje permanente para todos y todas, es necesario reconocer el papel de la educación y la formación a largo plazo como un instrumento para fomentar el empoderamiento de la participación cívica, social, cultural y económica en la sociedad.

Proyecto

La propuesta del proyecto Building Learning Societies (Construir Sociedades de Aprendizaje), del que la Liga de la Educación es socia activa, es impulsar la competitividad a través de las validaciones de las habilidades, competencias y conocimientos adquiridos mediante la enseñanza no formal e informal, una acción que podría mejorar significativamente el funcionamiento del mercado de trabajo, promovería la movilidad y, lo que es más importante, aumentaría la motivación y en los grupos más desfavorecidos y con mayor tasa de paro de seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.

Para conseguirlo, tenemos que superar dos retos fundamentales:

• Visibilizar las habilidades, competencias y destrezas no formales e informales y lograr que se valoren y se usen con todo su potencial para el beneficio de las personas, la economía y la sociedad en general. Esto quiere decir, eliminar la invisibilidad de competencias adquiridas no regladas.

• Lograr una coherencia común a la hora de validar competencias entre los diferentes Estados miembros, lo que permitiría a los ciudadanos combinar resultados adquiridos en los diferentes tipos de aprendizajes, según el país y el nivel.

Con el proyecto ‘Building Learning Societies: Promoción de validación de aprendizajes no formales e informales’ hemos lanzado una campaña de sensibilización y acción para la validación de la educación no formal e informal como una herramienta que mejore las perspectivas de carrera de la población adulta, así como que estimule la educación y la formación. Los socios implicados en este proyecto hemos intercambiado prácticas y métodos de la validación ya existente en los diferentes países con la intención de identificar, documentar, evaluar y certificar los resultados que tiene este tipo de aprendizaje.

¿Qué busca el proyecto?

Este proyecto busca contribuir a la disminución de las desigualdades sociales para desarrollar todo su potencial con la idea de promover el concepto de ‘sociedades que aprenden’, en las que se reconocen las competencias y habilidades personales y se favorece su desarrollo.

Para conseguir eso, este proyecto estimula a los adultos a buscar más oportunidades educativas fuera del sistema formal y animarlos a participar activamente en el aprendizaje informal y no formal, especialmente en una etapa de consolidación fiscal, aumento del desempleo y paralización económica.

Una poderosa herramienta

El reconocimiento y la validación de los resultados del aprendizaje no formal e informal pueden convertirse en una poderosa herramienta que contribuya, a su vez, a la reducción de las desigualdades educativas y de apoyo a la inclusión social. En particular, de las personas vulnerables y de la población que tiene oportunidades limitadas de acceso y participación en la educación formal. Este grupo de gente tiene la necesidad urgente de validar las habilidades y competencias que han adquirido mientras trabajan o en la vida en general.

Como consecuencia de ese reconocimiento, el ciudadano o ciudadana elevaría el nivel de conciencia sobre su cartera de habilidades que, como resultado, podría dar lugar a avances profesionales y personales.

La Encuesta de Educación de Adultos muestra que, en Europa, el 31,5% de los adultos participan en la educación y la formación no formal, mientras que sólo el 6,5% ha participado en educación formal, ambos datos con el propósito de mejorar habilidades y competencias a nivel profesional. Sin embargo, las habilidades y competencias adquiridas en contextos no formales e informales son, a menudo, poco reconocidas no sólo por el público y las instituciones de educación, sino también por los empleadores y los propios alumnos.